Juan Carlos Espejo, artista de aqui que triunfa en Berlin



Juan Carlos Espejo empezó a dibujar y pintar cuando tenía 3 o 4 años y desde entonces no ha parado.



Su carrera académica comenzó en 1990, en la Escuela de Artes y Oficios "Mateo Inurria" de Córdoba, donde estudió arte en general, especializándose en dibujo publicitario. En 1995 continuó su formación en Gran Bretaña, donde estudió Diseño Audio Visual en el City College de  Manchester (1995-1997), graduándose finalmente en Comunicación Visual en la Universidad Heriot Watt de Edimburgo (1997-1900)


Al finalizar sus estudios se trasladó a Madrid, donde empezó a trabajar como diseñador gráfico e ilustrador freelance para clientes dentro del área que más le interesa: la esfera de la cultura. Versatil como el que mas, desarrolla su trabajo tanto como diseñador gráfico, tanto como pintor, teniendo entre sus proyectos numerosas promociones gráficas para conciertos musicales, espectáculos teatrales, películas y cortometrajes.


Su estilo en el diseño gráfico se caracteriza por el uso de la ilustración como el componente principal de la obra. El concepto de su pintura gira tiene como fuente de inspiración a la figura femenina, en concreto las grandes actrices del Hollywood clásico y el cine de autor, la música de los años 60 y sus intérpretes, la fotografía, la moda, la literatura y, en general, la representación figurativa e iconográfica de la mujer en el mundo del arte.
 Los estilos artísticos que más le atraen  y  con los que se siente más identificado son principalmente de estilo Art Decó, el modernismo y el arte pop interesándose también en la antigua pintura decorativa egipcia, el arte y la mitología greco-romana, así como retratos del Renacimiento y el Romanticismo.


En la actualidad vive y trabaja en Berlín, donde combina su trabajo como diseñador creativo y gráfico en la empresa  de diseño y distribución de postales en 3d y animación LM kartenvertrieb.






Y sin mas preambulos empezamos la entrevista a Juan Carlos Espejo:

¿Desde cuando estás fuera de Montilla?

Tengo 37 años y llevo un poco más de la mitad de mi vida viviendo fuera de aquí, pero  nunca me he desvinculado de esta tierra. Siempre que he tenido y tengo ocasión vengo de nuevo a Montilla para estar con los míos.

¿Qué echas de menos de tu pueblo?

Principalmente a mi familia y amigos. También echo mucho de menos la gastronomía típica de aquí y por supuesto los platos de mi madre, que es una cocinera estupenda.
El clima también es algo que  añoro bastante, especialmente en primavera y verano. Yo pasé mi infancia viviendo en un chalet maravilloso y la cultura de la piscina y el disfrutar  del verano es algo que está muy arraigado en mí. Por último, me da mucha pena cada vez que me pierdo una cata flamenca, pero bueno, el que algo quiere algo le cuesta.

¿Cómo te definirías a ti mismo?

Me defino como una persona totalmente entregada a su trabajo, he pintado y dibujado desde que tengo uso de razón. El tiempo, el aprendizaje  y no perder jamás la esperanza en lo que hago, me han permitido poder vivir de lo que me gusta. No entiendo el topicazo ese de decir “el artista siempre pobre e inadaptado”. Reconozco que es difícil pero, desde luego, no es imposible. Así que trato de ser siempre optimista, bueno y honrado y, por supuesto, rodearme de gente con esas características. La queja constante, el pesimismo y la pereza, no me interesan.

Háblanos de tu trabajo ¿Cuáles son tus influencias y fuentes de inspiración artísticas?

Mi obra pictórica más personal gira exclusivamente en torno a la representación de la mujer. Trabajo en acrílico, dentro de una técnica muy gráfica, en la que creo volúmenes a través de colores planos. Las corrientes artísticas que más me influyen son el Art Decó y el Pop Art, y en general me gusta la pintura figurativa, clásica o moderna. Lo importante para mí es que detrás de cada imagen pintada se esconda un alma y/o una historia. Mis musas son las grandes protagonistas del cine clásico, la música y la literatura (especialmente la mitológica e histórica). En cuanto al diseño gráfico, soy un fan absoluto de la ilustración y el grafismo simbólico de las décadas de los 50, 60 y 70. Me gusta utilizar estos elementos en mi trabajo y trato, a mi manera, de revindicar y mantener vivo el estilo de esas épocas, un estilo amable, honesto, de colores alegres y mensajes efectivos.

¿Qué tal la experiencia con tu última exposición en Berlín?

Expuse 20 obras en Pink Cadillac, un attelier de moda joven y urbana (con una sección destinada a exposiciones)  donde venden su ropa jóvenes diseñadores  alemanes y extranjeros.  Me gusta cuando se mezclan dos disciplinas de arte en un mismo espacio y mi trabajo e inspiración también se nutren de la moda. Una exposición siempre es una buena experiencia. Me encanta mostrar mi trabajo y a cuanta más gente mejor. En cuanto a la parte comercial del asunto, estoy satisfecho, vendí un par de obras y he conseguido algunos contactos que podrían ser muy buenos para futuros proyectos.





En relación con tu trabajo ¿Qué oportunidades te podría ofrecer Montilla?

En cuanto a la pintura (y en especial el tipo de pintura que yo hago) pienso que sería difícil vivir exclusivamente de ello, pero no sólo en Montilla, creo que me pasaría igual en cualquier otro pueblo. Con el diseño gráfico es diferente, he hecho varios proyectos en Montilla y no me ha ido mal, pero en general en los pueblos no existe una cultura del diseño profesional. Hoy día cualquiera se puede poner delante de ordenador y con ayuda de un programa de diseño  crear un logo, eso sí, el resultado generalmente es desastroso. He visto empresas y  naves comerciales de mil y pico metros cuadrados presididas por unos logos espantosos.  El intrusismo profesional en el sector del diseño gráfico está a la orden del día y he comprobado, en muchas ocasiones,  que defender una idea o simplemente un presupuesto profesional,  supone darte cabezazos contra un muro, y yo no estoy por la labor.

Como pionero ¿Qué posibilidades hay en Europa para otros artistas montillanos?

En primer lugar no me siento pionero de nada, no he sido ni seré el único montillano que haya decidido probar fortuna fuera de su pueblo. Pienso que para cualquier artista (montillano o no) salir del pueblo y desarrollar su carrera en una gran ciudad  siempre será beneficioso. El abanico de posibilidades comerciales es mucho más amplio y la experiencia de vivir otra cultura y conocer otra gente te ayuda a crecer tanto laboral como personalmente.

Cuéntanos, desde tu punto de vista, como es Berlín.


El movimiento cultural de esta ciudad es bastante importante y es la principal razón por la que decidí establecerme aquí. También es una ciudad que durante años ha acogido a miles de personas de diferentes culturas y, a simple vista, tanto alemanes como extranjeros cohabitan en esta ciudad con una base de respeto mutuo. El idioma alemán (que a mí me resulta muy difícil) puede ser un obstáculo al principio, dependiendo de la actividad laboral que realices. En mi caso no tuve problema, ya que mi oficio no requiere de un discurso hablado preciso, el arte se entiende con la mirada y la capacidad de transmitir que tenga, y eso por suerte está dentro de un idioma que es universal. Por lo demás, muchos alemanes hablan inglés e incluso español, y a unas malas, siempre puedes salir del paso si hablas otros idiomas. No obstante es primordial aprender la lengua del país en el que vives, yo lo hago a paso lento pero firme.

¿Cuáles son tus proyectos y planes para el futuro?

En principio seguir disfrutando y creciendo con mi trabajo en LM Kartenvertrieb. A parte de eso seguir sumando pinturas a mi carrera pictórica. Desde hace un par de meses colaboro, con un artículo y un collage mensual sobre figuras femeninas de la música, con la revista musical en internet POPLACARA (dirigida por Amador Algaba, también montillano). Dentro de poco me gustaría seguir desarrollando mi estilo a través de la técnica del óleo y realizar pinturas de mayor tamaño que las que he hecho hasta ahora. En un futuro, espero que no muy lejano, también me gustaría dirigir cine, eso es un sueño que me acompaña desde siempre. Hace años escribí un cortometraje cuya historia se desarrolla íntegramente en Montilla, algún día me encantaría poder dirigirlo. De momento esperare hasta ahorrar el dinero suficiente o hasta encontrar al contacto idóneo para producirlo y hacerlo realidad.

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